Estaba stalkeando a una ex cuando me apareció publicidad de brazino777 casino, y dije “va, peor que ella no puede ser”. Pero qué va, me quedé pegado. Las tragamonedas me engancharon porque te dan bono desde el principio, y lo bueno es que todo se mueve en pesos mexicanos. En México ya me había decepcionado con otros, pero aquí el diseño no aburre y el soporte sí responde. A veces entro solo por ver a la crupier del blackjack… ¡uff!